Los presupuestos estatales para Extremadura.
Extremadura, con dos provincias, entre las más grandes de toda España, no sólo representa, territorialmente, aproximadamente cuatro provincias españolas promedio, sino que supone un 8,2% del total estatal. Esta cuantía es bastante significativa, sobre todo, si la comparamos con nuestra proporción en población o en renta per cápita.
En términos de población, y después del éxodo masivo en la época del desarrollismo español, nuestra población es tan sólo un 2,6% del total estatal. Y, a principios del siglo XX, suponía un 5% estatal. E incluso, en 1530, llegó a ser un 6,30% del total estatal, lo que, siendo nuestro máximo histórico relativo, ya no distaba tanto de nuestra proporción territorial (8,2%).
En términos de renta per cápita, nuestra posición es aún más desventajosa con respecto al Estado, pese a que se ha verificado un crecimiento considerable, aunque no una aceleración, en el período democrático. Contribuimos tan sólo, en los últimos años, en un 1,72% al PIB nacional, lo que contrasta bastante con nuestras proporciones poblacional (2,6%) y territorial (8,2%).
Es normal (aunque acaso no ecuánime) que, cuando se pretenden emplear criterios de reparto inversor del Estado por Comunidades Autónomas, además de la situación previa y la lógica evolución plurianual de las inversiones ya iniciadas, Cataluña, que es una Comunidad Autónoma española, que contribuye con un 18,8% al PIB del Estado español, aunque su población sea el 15,95% y su territorio el 6,3%, prefiera emplear el criterio de contribución al PIB, que es el que más le favorece. Y que, una Comunidad Autónoma como Andalucía, con una proporción poblacional importante (17,8%), prefiera emplear este otro criterio, puesto que, aunque su territorio es amplio (17,2%), su contribución al PIB es menor (13,7%). No vamos a pretender que el criterio que deba esgrimir Extremadura sea sólo y siempre que significamos un amplio territorio estatal (8,2%); ahora bien, entre otros muchos, uno de los criterios principales que debe emplear Extremadura es, que se deben propiciar el volumen de inversiones adecuadas para que nuestra población pueda converger a medio plazo hacia el 6,3 % estatal, o cuanto menos, hacia el 5% estatal. Y pretender que nos consideren en función de nuestra población virtual objetivo y no en función de nuestra población actual.
Cualquier presupuestación menos cuantiosa a favor de Extremadura ha significado y significaría que las inversiones públicas no faciliten nuestra necesaria senda de convergencia con más aceleración, sólo acaso, con algo de crecimiento, que no deja de ser relevante e interesante (sobre todo si la comparamos con otros momentos históricos o entre distintas legislaturas estatales), pero es insuficiente para nuestros objetivos últimos: converger hacia el promedio del Estado español, en el menor tiempo posible y a la mayor celeridad posible.
Esperamos no sólo el crecimiento y aceleración de nuestras inversiones estatales en los presupuestos venideros, no como porcentaje de nuestra población actual (1.088.728 habitantes en 2007), sino en porcentaje a nuestra población virtual objetivo, que es el 5% estatal (2.255.845 habitantes en 2007). Confiamos en la mejora de nuestra capacidad de negociación. Será un logro de todos los extremeños y para toda Extremadura.
Luis Fernando de la Macorra y Cano.
Universidad de Extremadura.
miércoles, 19 de diciembre de 2007
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